CONTEXTO
SOCIAL Y SU INFLUENCIA EN EL APRENDIZAJE DEL NIÑO
Cuando hablamos de la influencia de los
contextos en general, nos referimos a los distintos ámbitos donde nuestro
alumnado se socializa, forma, informa, convive o realiza experiencias de
prácticas de aprendizaje en un espacio formal que es el salón de clases.
Sabemos que el proceso enseñanza aprendizaje está condicionada por la
influencia de diferentes contextos, como puede ser el contexto familiar, el contexto
social, etc. Pero en este caso nos vamos a centrar en este último, entendiendo
por contexto social el conjunto de personas y otros agentes (publicidad, medios
de comunicación, la economía, ideologías…) que comparten una cultura y que
interactúan entre sí, dando lugar a un conjunto de situaciones, fenómenos y
circunstancias que tienen evidentes consecuencias sobre los sucesos que
acontecen en dicho entorno.
Las dinámicas sociales, relacionales y
afectivas están recibiendo gradualmente mayor consideración en el estudio de
los procesos de aprendizaje teniendo en cuenta que parecen estar estrechamente
relacionados (Delfino y Manca, 2007). No obstante, las investigaciones del
ámbito señalan que la dimensión social deviene un objeto de análisis complejo, ya
que su definición puede variar de una persona a otra y que, esencialmente, se
trata de una percepción (Picciano, 2002).
El hombre se concibe como un ser social y
cultural, el cual se desarrolla y se perfecciona, dentro de una cultura y una
sociedad. En este sentido, los seres humanos se humanizan gracias al papel que
cumple el contexto en el cual se desenvuelve, mediadores externos e influyentes
en todo su proceso.
Es así como las experiencias escolares
personales, juegan un papel primordial en el desenvolvimiento social del
individuo, tanto a nivel personal, como social, familiar, laboral, profesional.
Tanto en el contexto escolar como en el social, todos hemos vivido
experiencias, significativas o no, gratificantes o no, que han marcado nuestro
quehacer y han contribuido a la creación de esquemas positivos o negativos.
Ahora hablare un poco de cómo influye el
contexto sociocultural en el desarrollo cognitivo de niños pero a temprana edad
per más que nada cómo influye el contexto familiar en el aprendizaje del niño.
El ambiente social y los contextos escolares
constituyen una alternativa para favorecer el conocimiento y su relación con el
aprendizaje, pues el conocimiento existe por las personas y la comunidad que lo
construye, lo define, lo extiende haciendo uso significativo de ello para
resolver sus problemas y entender su contexto sociocultural. Desde esta
perspectiva, el conocimiento está en constante transformación y los miembros de
cada generación se apropian de él, en cada sociedad, con el propósito de
favorecer sus procesos de desarrollo.
El conocimiento es parte integral y dinámica
de la vida misma; de ahí la importancia de la influencia que ejercen las
prácticas escolares y sociales en el desarrollo de la inteligencia como un
esfuerzo participativo para desarrollar comprensión y construcción compartida
de significados entre los individuos donde ocurre el aprendizaje.
El desarrollo de la inteligencia es una
actividad que tiene que ver con la vida cotidiana y ordinaria, es decir, con la
vida familiar, escolar y social donde se desenvuelve la persona. Es así como el
ámbito educativo influye positiva o negativamente en este proceso, de acuerdo
con las concepciones asumidas acerca de lo que se enseña y cómo se enseña. De
igual forma, el contexto social debe aportar a la dinámica interna vivida en la
escuela, con el fin de favorecer la continuidad y proyección del proceso para
no encontrar contradicción centro lo que se está enseñando y lo que formalmente
se vive en la sociedad como tal.
Para iniciar, es importante que comprendamos
algunos elementos que se encuentran inmersos en el proceso de la socialización,
recordemos que muchas de las habilidades sociales necesarias para la adaptación
comienzan a desarrollarse muy pronto, estas primeras adaptaciones ocurren en el
seno de la familia, así cuando el niño llega a la escuela ya tiene un bagaje
social.
La imagen que el niño construye de si mismo
va a estar mediada por la historia inicial de las relaciones con los otros.
Tomando como referente que la familia es el contexto de socialización del ser
humano y es un entorno constante en la vida de las personas, a lo largo del
ciclo vital se irá complementando con otros entornos como por ejemplo: la
escuela.
Es precisamente dentro de este núcleo donde se
establecen las primeras interrelaciones y los primeros cambios comunicativos,
en donde la familia le enseña a los niños actitudes, normas e ideas del grupo
social al que pertenece.
¿Cuáles son los elementos que la familia
aporta a la construcción de los individuos?
• Comportamientos sociales
•
Aprendizajes básicos
• Comportamientos (normas, valores,
disciplina)
• Primeras relaciones interpersonales e
intercambios comunicativos
• Seguridad emocional
Es importante mencionar que la familia va a
mantener interacciones muy intensas entre sus componentes, relaciones y roles
que van a cambiar y transformar con el paso del tiempo. El segundo contexto de
socialización es la escuela en donde el niño va a permanecer la mayor parte de
su vida, y por ende, en constante contacto con otros sujetos. Las relaciones en
la escuela tienen un carácter diferente que las relaciones familiares, en donde
ambos deben aportar elementos que le permitan a los sujetos un desarrollo
integral.
Para comprender mas sobre lo que es el
contexto hablaré sobre lo que es el contexto y cómo está relacionado con el
aprendizaje:
El contexto es un cumulo de elementos y
características del entorno físico y cultural, englobando un espacio físico de
cualidades geográficas específicas, pero no solo eso es el contexto, también
está determinado por las actividades económicas de sus habitantes, por sus
motivaciones y por sus tradiciones y costumbres, que le dan un valor
etnográfico a cada localidad. Como ya es sabido por la mayoría de las personas
(por no decir que de todos) la labor que lleva a cabo el docente trasciende las
fronteras del aula e influye en muchos ámbitos de la vida social y productiva
de una comunidad, y que esta labor, es llevada a cabo dentro de las escuelas
primarias, pero ¿Sabemos cómo son nuestras escuelas? ¿Qué características
tienen? Aún más importante, como influye todo esto en el desarrollo de las
actividades diarias que se realizan dentro del salón de clases, así como en la
motivación y aprendizaje del alumnado.
El contexto de los estudiantes resulta
de vital importancia para el desarrollo de las competencias y aprendizajes
esperados que pretende la educación primaria. Es por eso que se requiere un
estudio general de las condiciones ambientales, geográficas y económicas en
donde se está llevando a cabo la práctica docente y la investigación de campo
ya que “el contexto es inseparable de las contribuciones activas de los
individuos (…) el contexto no ha de atenderse como algo definitivamente dado,
sino como algo que se construye mutua y dinámicamente con la actividad de los
participantes” (Andalucía, 2009).
Desconocer los elementos que conforman
el marco contextual de los educandos deterioraría, sin duda, la coherencia interna
de la Programación Didáctica e influiría categóricamente en su aplicabilidad y
validez.
El primer paso en el diseño del
proyecto reside en identificar y examinar las variables que conforman el
contexto; se tiene que reflexionar y tener presentes cualquier elemento que
determine una influencia básica en él. La naturaleza de cada una de las
variables y las interacciones que se den entre ellas nos revelarán en qué
mesura nuestros propósitos pedagógicos son viables.
Dada esta cuestión, es necesario el estudio
de las condiciones familiares, escolares y sociales de los sujetos de estudio
(alumnos); como lo afirma Delval (2000) “la escuela no puede llegar a cumplir
su misión educativa sin problematizar sobre el contexto social que la rodea, si
bien ha de armonizar esta sociedad y, desde ella, seguir trabajando activamente
para la mejora de la vida personal y comunitaria”.
Establecido esto, todo planteamiento
educativo ah de articularse en la estrecha correspondencia que se instaura con
el entorno en que se sitúan e interactúan diversos agentes educativos: la
familia, los medios de comunicación, las instituciones escolares y la sociedad
en general; con el único propósito de desarrollar en el alumno las cualidades
que la misma sociedad demanda.
Todos los elementos externos que
influyen en el aprendizaje son determinados por la ubicación geográfica del
centro educativo, el nivel socioeconómico y la cultura de las personas que
viven en la zona, los grupos sociales y demás variables que constituyen el
medio con el que la escuela interacciona. Estos factores del entorno están
presente a menudo mediante diversas formas y expresiones en el interior de la
vida de la escuela por lo que forman parte de ella. Conforman agentes que deben
ser incorporados al análisis de los centros escolares y tenerlos muy en cuenta
en los procesos de planificación.
Podemos concebir a la escuela, como “la
comunidad formada principalmente por maestros y alumnos, dedicada
específicamente a la educación” (García, 1998, pág. 16); interpretando esto, se
podría definir a la escuela no como un lugar específico, una estructura física
previamente dada, sino como a la interacción interpersonal que existe entre los
individuos, con el objetivo de generar y adquirir aprendizajes, sin importar
que la actividad educadora, tengo un carácter formal o no.
Pero también somos capaces de concebir
a la escuela como una estructura física, un conjunto de elementos articulados
entre sí, a partir de los cuales se ejecuta la labor institucional. Esto
comprende desde los órganos de gobierno y los equipos de profesores en todas
sus modalidades, hasta los servicios y los cargos unipersonales. Entre todos
estos elementos se establece una relación que se rige por una determinada
formalización de reglas, normas y procedimientos de actuación.
Los centros escolares se asemejan mucho
a las organizaciones comerciales o industriales. Esta afirmación se basa en el
hecho de que los centros educativos tienen una naturaleza y características,
que los diferencian claramente de otros tipos de organizaciones; pues dentro de
la escuela primaria encontramos una seria de objetivos comunes que se proponen
desde diversos niveles, federal, estatal, regional, local e institucional; y
estos propósitos siempre estarán sujetos a las condiciones ambientales, así
como a la accesibilidad tecnológica del lugar, los materiales con que se
cuenten y a los recursos humanos disponibles, pues “gestionar estos recursos
supone dar respuesta a cuestiones relativas a las relaciones interpersonales
como son la negociación, el conflicto, la regulación de la convivencia, la
selección y promoción, la formación, la motivación del equipo…” (Antúnez, 1998,
pág. 23)
La escuela primaria se configura cada
día más como una Comunidad Educativa en la que se integran profesores, padres
de familia y alumnado. Dos de estos elementos componen, fuera del marco
escolar, una institución básica en la sociedad, la familia. Este es el primer
grupo social en el que el niño inicia su desarrollo personal y su adaptación al
contiguo de una sociedad.
Tanto el contexto familiar como el
institucional, estas constituidos por personas que desempeñan determinadas
funciones. Los contextos, siempre serán definidos y delimitados por la acción
de los agentes sociales. Pero, lo que adquiere mayor interés es el modo en que
los distintos contextos o entornos en los que se desenvuelve la vida infantil,
puedan vincularse entre sí a través de un intercambio, tanto entre los
esfuerzos que hay por parte del docente para generar conocimiento, como entre las
personas que participan en ello.
CONCLUSIÓN:
Es así, como concebimos al contexto
como un cumulo de significados, principios, valores y creencias compartidas por
los miembros de una comunidad que le dan una consonancia propia. Determinan y
explican la conducta de los individuos que la forman. El contexto, es el
elemento que construye a la escuela, que le da particularidad, que las
distingue de las demás y por tanto, es una influencia ineludible de los
procesos de enseñanza – aprendizaje de un centro educativo.
La acción educativa debe de
atender al contexto en su término más amplio. Todo ello, a través de múltiples
intervenciones: creando programas y tareas en torno a la mejora de la
comunidad, instituir niveles de cooperación y coordinación entre los agentes de
la comunidad educativa, favoreciendo su participación en el proceso de
enseñanza – aprendizaje. La vinculación de los centros escolares con su
entorno, es un elemento importante para la calidad e innovación educativa.
Es así como la escuela y el contexto social
deben propiciar los mismos espacios, momentos, oportunidades, metodologías,
procedimientos y recursos, para que de manera articulada se de continuidad a
los procesos y se pueda favorecer el desarrollo de las competencias básicas que
conlleven a un buen nivel de logros en el desempeño de los individuos.
Por ello, la responsabilidad de la escuela y
la sociedad en el desarrollo de la inteligencia, es un proceso complejo que
permite el fortalecimiento de representaciones mentales, estructuras cognitivas
y valorativas, ideas y juicios de valor, al interior de una cultura y en un
contexto apropiado. Este carácter social y cultural de todo proceso educativo,
puede comprenderse si se tiene en cuenta el desempeño realizado por los
mediadores en el desarrollo del individuo y los efectos sobre el desarrollo
cognitivo y emocional de ellos.
Bibliografía
Delval, J. (2000): Aprender en la vida y en
la escuela. Madrid. Magíster.
Belard, A y Ferrer, M. (2003). El ciclo de la
vida. Una visión sitémica de la familia. Bilbao: Desclée de Brouwer.
Bolaños, I. (2006). La mediación familiar:
una aproximación interdisciplinar. Barcelona: Ed. Trea.